La gastronomía de la región del Souss Massa es tan diversa como sus componentes humanos, culturales y naturales. Clasificado entre los mejores del Reino, extrae sus sabores de una amplia gama de productos locales, y se caracteriza por sus platos elaborados a fuego lento, para una mayor suculencia. Arte culinario ancestral, sus recetas y secretos se transmiten celosamente de generación en generación, como un patrimonio de valor incalculable.
Entre la costa, la montaña y el desierto, emprendamos un colorido viaje gustativo y deleitemos nuestro paladar con platos tan auténticos como deliciosos.
El desayuno comienza con un tazón de Azkif, una sopa hecha de harina de maíz, sémola o copos de cebada, llamada D’chicha. A continuación, le servirán un buen Tafarnout o Batbout para que pruebe los aceites de oliva y argán, la miel, la mantequilla derretida llamada Oudi y, por supuesto, el famoso amlou. En ocasiones especiales, los idernan, pequeños pasteles de sémola, estarán sin duda en el menú, así como el omnipresente M’semen carré. Todo ello acompañado de café con leche y té a la menta.
El Tajine, uno de los principales platos de la región, se presenta en varias formas. A las verduras se les añade carne de cabra, cordero o pollo. Se especifica y se aceita a fondo, y se cuece a fuego lento. Una vez listo, el Tajine se rocía con un fino hilo de aceite de Argán.
Hay tantas recetas como paisajes en Souss Massa. En Taliouine, por ejemplo, se añade azafrán a las especias, mientras que junto al mar, el pescado sustituye a la carne. También hay una versión a base de carne de dromedario en Tata, otra con mejillones de Bouzroug en Massa, ¡e incluso una a base de almidón y patas de oveja secas!
Plato nacional por excelencia, el cuscús es tan variado como el Tajine. En Souss Massa, junto al emblemático Couscous aux sept légumes, está el Baddaz. Elaborado con harina de maíz, aquí se suele preparar con pescado. También puede probar los Berkouks, más ligeros pero igualmente suculentos, servidos con Amlou o verduras.
El cuscús suele servirse con suero de leche, y su sémola sin regar se mezcla con él para dar lugar al Saykouk. A medio camino entre el cuscús y las gachas, la mezcla es exquisita, sobre todo cuando se le añaden unas gotas de argán y una cucharada de Amlou o Amaghouss, la melaza de granada.
La gastronomía tradicional es sinónimo de gachas. En Souss Massa, suelen estar hechos de sémola de maíz, trigo o cebada. A menudo se sirven con la cena o como plato 1er en ocasiones especiales, y se rocían con aceite de oliva, aceite de argán, miel, Oudi o Amlou, según la temporada. Las sopas son muy populares en invierno, y las preparaciones se aromatizan con tomillo, romero, anís o alcaravea.