Secreto guardado durante mucho tiempo, Imsouane seduce hoy al mundo entero por sus playas y su ambiente. Pequeño pueblo situado a 1h40 de Agadir, a lo largo de la costa, el destino se ha hecho muy popular entre los aficionados a los deportes acuáticos, pero también entre los amantes de la naturaleza salvaje y la tranquilidad.
Alojarse en Imsouane es la promesa de una experiencia única, en playas únicas, en medio de paisajes pintorescos y en compañía de una población de lo más acogedora. En familia, con amigos o incluso en solitario, descubra esta joya natural que respira paz y tranquilidad, déjese tentar por el abanico de actividades disponibles y desconecte durante un viaje extraordinario.
El pueblo de Imsouane está rodeado de pintorescas montañas y se abre a una pequeña bahía en el océano Atlántico. Esta bahía está dividida en dos por una lengua que alberga el tradicional puerto pesquero, principal actividad de la población local. Las playas están muy bien conservadas, con aguas claras de color azul brillante y turquesa. La arena es suave y dorada, a veces pedregosa.
Antes de llegar a Imsouane, deténgase al borde de la carretera en el punto 30.835262, -9.800294, y disfrute de la magnífica vista panorámica de la bahía y del pueblo.
Los paisajes son espectaculares, y se presta especial atención a las flamantes puestas de sol, que se observan desde la playa y sobre todo desde lo alto de los arrecifes. Por la noche, este hermoso escenario se cubre con un velo de estrellas y se transforma en un lugar de paz y convivencia.
Imsouane es el lugar donde hay que surfear al menos una vez en la vida. Es famosa por la calidad de sus olas, rectas muy largas perfectas para todos los niveles de surfistas. Líneas que se amontonan en la bahía y envuelven con gracia el puerto. Es suficiente para deslumbrar a cualquier surfista, desde el pequeño principiante hasta el gran profesional.
¿No has traído tu tabla o quieres aprender a surfear? No hay problema. En el pueblo hay varias tiendas y academias de surf, que te proporcionarán el material y te acompañarán durante tus sesiones.
La bahía de Imsouane es también el lugar ideal para pasar unas relajadas vacaciones en familia, lejos del bullicio de la ciudad. Al ritmo de las olas, dé un paseo por la fina arena o entre las higueras y los arganes, o simplemente tome el sol bajo el resplandor del cielo. Si el surf no le tienta, puede probar a volar en parapente desde lo alto de los arrecifes, o incluso bucear.
Las dunas de Timlalin son una curiosidad natural digna de un montaje fotográfico, que se descubre a sólo 25 km al sur de Imsouane. Son dunas de arena colocadas, como por arte de magia, sobre altos arrecifes de unos veinte metros, frente al mar.
Gracias al panorama y a la prodigiosa luz, las fotos tomadas aquí son simplemente excepcionales. Tomado desde la perspectiva adecuada, el paisaje da la impresión de estar en un desierto sobre el mar.