El litoral al norte de Agadir alberga verdaderas joyas marítimas, ricas en actividades y atracciones por descubrir. Lo ideal es en septiembre, cuando las multitudes de turistas empiezan a disiparse pero el tiempo sigue siendo veraniego, para regalarse una semana de ensueño entre playas desarrolladas y parajes salvajes.
Tras un agradable paseo matutino por la cornisa de Agadir, tome la sublime carretera costera hacia el gran azul. 1 hora más tarde, llegará al primer complejo turístico de la estancia: El pueblo de Imourane. Acomódese y almuerce en uno de los restaurantes tradicionales conocidos por sus míticos tagines y asados. A continuación, pase la tarde entre las playas de Imourane, Banana y Tamraght. El programa incluye refrescantes baños, baños de sol, tranquilos paseos y una hermosa puesta de sol.
Al día siguiente, nos dirigimos al Valle del Paraíso para una escapada a la montaña. A lo largo de un cañón ribereño salpicado de pozas de roca, un pequeño palmeral se enclava entre escarpadas paredes de piedra caliza como un trocito de paraíso. A su alrededor, senderos laberínticos serpentean por la zona y conducen a una escapada natural perfumada con lavanda y tomillo.
Vuelva a Imourane para tomar un aperitivo tradicional de Amlou, miel y pan de Tafarnout, y luego diríjase a Taghazout para pasar la noche.
Puedes pasar una semana entera aquí. El día comienza con un recorrido por el emblemático pueblo de Taghazout y sus calles entrelazadas, y continúa con un baño en las tranquilas aguas de la bahía. También podrá admirar el interminable baile de los barcos de pesca y el tractor elevador que los lleva desde el agua hasta el muelle rocoso.
Por la tarde, diríjase a la bahía de Taghazout y disfrute del esplendor del lugar. Rodeada por una agradable cornisa recién ajardinada, la animada playa es ideal para nadar y tomar el sol. Incluso se pueden alquilar sombrillas y tumbonas y comprar aperitivos en los quioscos adyacentes. También se ofrece una amplia gama de actividades: Jet Ski, Paddleboard, Flyboard, paseos en camello y bicicleta de montaña, clases de surf… etc.
Si quiere relajarse lejos de las multitudes, diríjase a la playa de Anchor Point. Anchor Point, un lugar para practicar el surf rodeado de arrecifes, también ofrece un magnífico mirador para una romántica puesta de sol.
Tras un baño matutino y un abundante desayuno, diríjase a Imi Ouaddar para pasar un agradable día en el parque L’Atlantica, donde grandes y pequeños disfrutarán de todas las actividades acuáticas. Si todavía tiene energía, dese un chapuzón en la playa del pueblo, si no, vuelva a Taghazout y termine el día en modo de relajación y yoga.
¡Se acerca un nuevo día soleado! Elija entre una o varias playas en un radio de 10 km de Taghazout. Siempre en el programa, y sin riesgo de aburrirse: baño, paseos, actividades acuáticas y arena fina. Después es necesario dormir bien, ya que le espera un gran día.
Última parada del viaje: Imsouane. Por el camino, deténgase en Tamri para observar las aves en la desembocadura del Loued, y en las dunas de Timlalin (30.76661, -9.81988) para fotografiarlas. Una vez en Imsouane, disfrute de una experiencia única en playas únicas, en medio de paisajes pintorescos y en compañía de una población muy acogedora.
El surf, el parapente y el submarinismo son los elementos que pueden amenizar los dos días siguientes en la estación balnearia más auténtica del viaje.