Ubicado en las últimas comodidades del Anti-Atlas occidental, en pleno territorio de Tazerwalt, el pequeño aduar de Illigh protege celosamente un patrimonio arquitectónico y cultural inmenso: la Casa de Iligh, conocida como Dar Iligh. La antigua sede de la participante Semlali fundada en 1626 por Ali Abu Hassan As-Semlali, llamado Boudmira, desapareció en 1668 tras un asalto del Sultán Moulay Rachid. Un edificio multisecular cuidadosamente conservado, que esconde tras sus paredes blancas encantos y saberes, que relatan los detalles de una época gloriosa. A sólo 50 km de Tiznit, el sitio merece la pena ser visitado, y sabrá seducirle por su arquitectura excepcional y por su historia palpitante.
A su llegada al lugar, le recibirá una centelleante fortaleza totalmente blanca, que esconde un laberinto de callejuelas estrechas que conducen a edificios sombreados y a patios soleados. Un laberinto que ilustra perfectamente la historia del lugar, destruido y reconstruido en muchas ocasiones. Dar Iligh es, de hecho, parte de un antiguo palacio, compuesto de fortificaciones y piezas en perpetua restauración.
También hay vestigios de una Mellah, y de una plaza comercial que fue lugar de encuentro de las caravanas transaharianas. En la actualidad, el edificio alberga un museo que relata la historia de la región, así como una biblioteca con manuscritos raros, y con múltiples correspondencias Majzenianas, contratos y registros comerciales, algunos de ellos redactados en varios idiomas por judíos que se encontraban al servicio de la casa y que desempeñaban un papel primordial en el ecosistema comercial.
Se trata de un complejo arquitectónico cuyo esplendor sólo es comparable con la riqueza cultural e histórica que contiene.
Dar Iligh se encuentra cerca de la aldea de Sidi Ahmed Ou Moussa, que toma su nombre de Ahmed-OU-Moussa Abu Al-Abbas Ahmed-OU-Moussa Al Jazouli Al Semlali, un gran místico de descendencia jerifiana, y un antepasado del jefe de Dar Iligh. A su muerte, un mausoleo y una zaouia fueron construidos para honrar su memoria, y se convirtieron con el tiempo en un destino espiritual mundialmente conocido, y un lugar de peregrinación muy frecuentado.
Todos los años se celebra en la zona un Moussem de carácter religioso y comercial, el más grande de Souss, en el que se festeja al santo místico. Animaciones artísticas y culturales conviven con rituales espirituales y ceremonias diversas, todo alrededor de un gran zoco al aire libre. Al asistir, tendrá la oportunidad de descubrir espectáculos tan emocionantes como sorprendentes, bañados por un ambiente de lo más exótico.
Los Oulad Sidi Ahmed O Moussa son una hermandad de acróbatas que afirman haber heredado el don de la acrobacia de su antepasado epónimo. Activos desde hace mucho tiempo, los Oulad Sidi Ahmed Ou Moussa se distinguen por sus ancestrales espectáculos acrobáticos, en particular, la mundialmente conocida como hazaña de la pirámide humana.
De hecho, el público estadounidense tuvo la oportunidad de descubrir estos espectáculos ya en 1820, razón por la cual unas tropas fueron invitadas a actuar en compañía de Ernst Renz, rey del circo alemán, en 1852.
Hoy en día, algunos de estos saltos acrobáticos se encuentran inspirados por el arte de esta hermandad, como el Arabski y el Araberbogen.