Taroudant, ciudad preislámica, es una de las más antiguas y meridionales de las ciudades tradicionales aún en actividad en Marruecos. Está rodeado por un recinto único y llamativo. Este edificio le impresionará por su tamaño, su belleza y sobre todo por la carga histórica que emana de él.
Rodeando celosamente la antigua Medina, las murallas de Taroudannt siempre han protegido tenazmente la centenaria ciudadela. Hoy en día, forman parte de la vida de todos los roudaníes, y ofrecen a los visitantes la oportunidad de descubrir una parte de la historia de Marruecos, durante un encantador paseo.
La construcción de las murallas comenzó a principios del siglo XVI bajo la dinastía de los Sâadiens, y continuó a principios del siglo XVIII. Los distintos periodos de construcción se distinguen por el uso de diferentes materiales: panes de adobe, bloques moldeados, pisé… Una construcción ingeniosa que hizo de Taroudant una ciudadela inexpugnable a lo largo de los siglos.
En total, las murallas tienen casi 8 km de longitud, con una altura de 8 a 14 m. El recinto dibuja el perímetro de la antigua Medina en una plaza de 2Km². Está delimitado por 130 torres y 19 baluartes de esquina conectados entre sí por un camino cubierto. Las paredes están atravesadas por 5 puertas auténticas, todavía en su sitio. A lo largo de los años se han añadido varias aperturas para seguir la evolución de la ciudad.
A pesar de los efectos del tiempo, estas fortificaciones siguen siendo tan espléndidas como siempre, y se mezclan perfectamente con las montañas del Atlas en el fondo, y con la luminosidad del ambiente.
Se puede pasear por las murallas ocres, donde se alternan torres y palmeras. El atardecer es el mejor momento para visitarlo, cuando la luz cálida intensifica los colores de la tierra cruda. Al anochecer, la ciudad y las murallas iluminadas se convierten en el escenario perfecto para un paseo romántico.
Un carruaje de caballos es también una forma ideal de conocer la ciudad. No olvide detenerse en las 5 puertas históricas del sitio: Bab al-Khamis, Bab Zourgan, Bab Oulad Bounouna, Bab Targhount, Bab El Kasbah. Cada una de ellas es una obra de arte en sí misma, que completa el esplendor del lugar. Al final del paseo, descubra la antigua Medina, y la Kasbah de los Sâadiens situada en el interior del recinto.
El descubrimiento de estas murallas acentúa la suntuosa historia de Taroudant, forjada por las múltiples dinastías del país.
Las murallas de Taroudannt están consideradas la mayor muralla arqueológica de África y la tercera del mundo. Se sitúa después de la Gran Muralla China y la muralla arqueológica de Kumbalgar, en la India.