A medio camino entre Tata y Foum Zguid, el pueblo de Tissint está apaciblemente tapizado en un majestuoso palmeral a las puertas del Sahara. Puntos de agua y vegetación, por un lado, dunas de arena y mesetas desérticas por otro lado, el paisaje aquí es digno de un escenario de ciencia ficción.
Una verdadera excepción verdeante en un entorno lunar, el oasis y sus alrededores esconden numerosas atracciones para descubrir: arquitectura ancestral, maravillas naturales, cultura auténtica, paisajes impresionantes, vivacs excepcionales… Atractivos que hacen de Tissint una parada ineludible durante su estancia en Tata, sobre todo porque los lugares son fácilmente accesibles por carretera nacional.
Pueblo auténtico, Kasbah secular, palmeral espléndido, mesetas desérticas… Tissint es un mosaico contrastado y diversificado, que da origen a paisajes impresionantes por todos lados.
Comience primero explorando los callejones entrelazados de la Kasbah secular y contemple sus murallas y construcciones. Estos vestigios son ciertamente hermosos, pero también frágiles. Por lo tanto, es recomendable tener cuidado y llamar a un guía local a fin de efectuar una visita más segura.
Asimismo, puede visitar la vivienda donde se alojó Charles de Foucauld durante su exploración de Marruecos a finales del siglo 19.
A continuación, diríjase a las famosas cascadas de Attiq, lugar de veraneo por excelencia. Situadas muy cerca del pueblo, estas cascadas forman vertederos que alimentan el palmeral. De hecho, se distinguen por su agua salada, conocida por sus virtudes salvadoras. Sombreado por las palmeras y sumergido en la melodía de las cascadas, siéntese en una hermosa piscina rocosa para un picnic y disfrute de la tranquilidad del lugar.
A pocos minutos de Tissint, Akka N’ait Sidi es un lugar idílico a orillas del río y un pequeño palmeral. El pequeño oasis está rodeado por vastas mesetas desérticas, lo que lo convierte en el lugar ideal para pasar la noche bajo las estrellas.
Podría optar por un vivac en la meseta con vistas al palmeral y aprovechar el magnífico panorama, o adentrarse en el interior de un extraordinario mundo marciano. Sea cual sea la opción que elija, una cosa es segura: ¡los amaneceres y atardeceres serán de una belleza indescriptible!
Al suroeste de Tata, se extiende el oasis de Akka, sede del Zaouia del místico Mohammed Ben M’Barek Al Akkaoui. Solicitado en noviembre de 1510 por los dignatarios del Souss para para atacar a los portugueses que ocupaban Agadir, Mohammed declinó la oferta de ser investido príncipe de la resistencia y los orientó hacia los 5 chorfas saadíes, instalados en Tagmaddert, en el Coude de Drâa.
Fue en Tidsi, no lejos de Taroudant, donde tuvo lugar la ceremonia de lealtad a la nueva dinastía marroquí, que procedió a la liberación de Agadir Santa Cruz do Cabo de Gué.
En julio de 2011, se observó la caída de un meteorito en los alrededores de Tissint. Después de meses de estudio, el veredicto llegó: ¡el meteorito es de origen marciano!
De hecho, un consorcio internacional ha puesto de manifiesto que el meteorito el meteorito contiene elementos de las profundidades y de la superficie del Planeta Rojo. El meteorito, por lo tanto, llamado Tissint, también es particularmente rico en vidrio negro y contiene burbujas de gas de la atmósfera de Marte. ¡Hoy en día, los 7 kg de fragmentos de Tissint valen casi 3 millones de euros!